lunes, 13 de junio de 2011

Vuelta a la ingenuidad

El sol en la cara. Gafas de sol. Y un pitillo en la mano. Saboreando un café con hielo y recordando cómo era mi vida antes de todo esto. Antes de las responsabilidades y de la madurez, antes de las lágrimas y el miedo, cuándo nos divertíamos haciendo tonterías que ahora si vemos a alguien cometer miramos por encima del hombro, de reojo, y sentimos vergüenza ajena.
Querer volver a tu lado, a sentirme infantil, a sentir las cosas por primera vez, y pasar vergüenza. Cometer locuras que parecen lógicas en el momento, y reír luego de lo 

estúpido que fue, sin sentir un resquicio de arrepentimiento. Sonreír, y nada más.



martes, 7 de junio de 2011

La vida cambia.

Todos los días son diferentes entre sí. Pero el tiempo pasa y la rutina se vuelve insoportable. Nos pasamos horas quejándonos de esta rutina, en vez de hacer algo por cambiarla.
Lo cierto es que ultimamente me han ocurrido cosas extrañas, inquietantes, divertidas, diferentes, inesperadas y sorprendentes, y me he dado cuenta de que yo misma he provocado estos cambios, que con solamente la voluntad de mejorar, de renovarme, he conseguido llevar mi vida como y por donde quiero. Todo es mucho más sencillo y todo es nuevo y emocionante. Llega el verano y con el sol que sale todas las mañanas que consigue sacarme una sonrisa nada más levantarme se consiguen ver las cosas de otra forma, como si todo estuviese a punto de cambiar, para llegar a un nuevo camino que aún está por descubrir, por descifrar...